Historia

Es a finales del siglo XIX cuando la actividad de construcción y reparación naval vive su momento de máximo esplendor. Entre los años 1863 y 1872 se construyen en Mallorca 267 barcos con un total de 5.729 toneladas. En aquellos años Palma llegó a contar con diez astilleros, y el barrio de Santa Catalina se convierte en la cuna de los mejores carpinteros y marineros para la flota.

De la numerosa flota existente a mediados del siglo pasado, solo quedan a flote en la actualidad los pailebotes «Cala Virgili» («Le Marsellois»), «Cala Millor», actualmente en Ibiza, y «Cala San Vicente», actualmente el «Santa Eulalia» en Barcelona. 

Los barcos que mayor fama dieron a los astilleros mallorquines fueron los pailebotes. Estos barcos de madera de unos 30 metros de eslora fueron construidos para el tráfico de mercancías con la península y ocuparon gran parte de la actividad de construcción desde finales del siglo XIX hasta la década de 1930 del siglo XX. En los primeros años eran barcos de vela a los que posteriormente se les instaló un motor propulsor.

En noviembre de 1943 se pone la quilla de un costero de casco de madera para el naviero Vicente Enseñat. El 24 de diciembre del año siguiente es botado con el nombre de «Miramar».

Dos pailebotes en las gradas, uno de ellos el «Playa Grande» de la Naviera Ciudadelana S.A. Fue uno de los siete motoveleros que formaban su flota en aquel entonces.

Hasta la década de 1970 el número de accidentes marítimos fue muy elevado. Tanto las averías  mecánicas en los equipos de propulsión como los problemas derivados de la propia navegación, con una precaria señalización, dieron lugar a multitud de embarrancamientos y hundimientos, que generaron una actividad de salvamento en la que se especializó Astilleros de Palma, con el maestro Nicolau al frente,  y que duró cerca de 40 años. 

Astilleros de Palma construye 4 lanchas de madera con el fin de recoger torpedos para la Armada. Los submarinos hacían maniobras de entrenamiento con torpedos sin carga en enfilaciones predeterminadas, y que luego eran recuperados por estas lanchas.

Uno de los últimos accidentes marítimos que afectó a la flota local fue el embarrancamiento en Punta Arabí de la motonave «Cala D’Or», propiedad de Naviera Mallorquina, el 8 de octubre de  1971. El barco había sido entregado cuatro meses antes y era el más moderno de la flota nacional del tipo Roll-on Roll-off.

Desde sus inicios la actividad de reparaciones, tanto de las navieras locales como de los barcos de la Armada que tenían base en Porto Pi, se convierte en una fuente de ingresos esencial para el astillero. 

Barcos de acero y de madera comparten las gradas con los barcos de nueva construcción que poco a poco fueron sustituyendo a la reparación como actividad mas importante.

“Ciudadela” de 39 metros de eslora varado el 17 de junio de 1948. Barco construido en Murdoch & Murray en 1896 y que realizaba la línea Ciudadela-Alcudia para la Compañía Mahonesa de Navegación.

Estas eran las pantoqueras basculantes que se utilizaban para adaptar su inclinación a la forma del pantoque de cada barco.

Entre 1957 y 1961 se construyen para Naviera Mallorquina seis buques iguales de 1.029 toneladas  de desplazamiento, 54 metros de eslora , 9 de manga y 5,4 de puntal.

En 1958 se botó para Naviera Mallorquina el "Cala Blanca", el primer barco construido en acero, que formaba parte de una serie de seis buques fruteros: Cala Blanca, Cala Nova, Cala Figuera, Cala Ras, Cala Valldemosa y Cala Antena.

En el año 1959 se entregan el «Cala Nova» y el «Cala Figuera»; en 1960, el «Cala Ras» y el «Cala Valldemosa»; y el 19 de noviembre de 1961, el último de la serie, el «Cala Antena». Durante años Naviera Mallorquina cubrió en cabotaje la línea de Génova a Lisboa, haciendo escala en los puertos más importantes intermedios.

En 1961 se construye el «Salinero» de 2.359 toneladas de desplazamiento para la naviera Costeros de Levante, para la que se construyen a continuación cuatro buques frigoríficos de 2.250 toneladas de desplazamiento, que luego pasarían a ser propiedad de Pescanova con los nombres de «Pontevedra», «Coruña», «Lugo» y «Orense».

En septiembre de 1965, y formando parte del convenio comercial de España con Cuba, se entrega el buque frigorífico «Las Mercedes». Este buque de 76 metros, con capacidad para congelar 25 toneladas de pescado al día, era el mismo diseño que el de los anteriores construidos para Pescanova. Fue uno de los últimos proyectos construidos en la Pedrera.

Desde los primeros años del Astillero se construyen barcos de recreo y de regatas. Entre 1942 y 1958 se construyeron 27 snipes que participaron en las regatas locales.

El «Thirla» y posteriormente el «Artemisa» serían los dos primeros yates de motor con casco de madera construidos en el astillero.

La primera participación de Astilleros de Palma en una feria mostraba las múltiples facetas de su actividad, que incluía la de navieros. 

El yate de vela más grande construido en el astillero fue la goleta de tres palos «Jessica». Con una eslora de 61,8 metros, fue la goleta de mayor tamaño construida en Europa desde 1927, fecha en la que se construyó la «Creole» (que posteriormente se convertiría en un cliente habitual del astillero).

Pocos años después se inicia la construcción del Paseo Marítimo, que a partir de la década de 1950 va extendiéndose hacia Porto Pi, lo que obliga al astillero a construir un puente giratorio que permitiese las varadas del astillero interrumpiendo el tráfico, muy reducido entonces.

En 1957, se terminó el primer tramo del Paseo Marítimo, lo que obligó al astillero a utilizar un puente giratorio para continuar con la botadura de sus embarcaciones. Una maniobra que paralizaba la circulación del Paseo.

Quizá sea la botadura el acto conmemorativo de mayor relevancia en un astillero, y sin duda lo es para la vida de un barco. Se puede celebrar o no con una ceremonia religiosa, pero lo que no falta nunca es una madrina a la que ese barco se sentirá ligado toda la vida.

La celebración incluye no sólo al armador y a sus invitados, sino también a la plantilla entera del astillero.

Botadura del «Cala Figuera». El remolcador del astillero espera para dar un cabo y ayudar a atracar al recién botado. Un portaaviones de la VI flota está fondeado en la bahía, así como un barco de crucero dentro del puerto.

En 1967, al cumplirse los 25 años de historia del astillero, se ultiman los acuerdos para el traslado de las instalaciones al Contramuelle Mollet, su ubicación actual. 

In 1967, the name of the shipyard was changed to its current one, and the new facilities were inaugurated. Together with Astilleros Ballester and Naviera Mallorquina, Astilleros de Mallorca was founded.

El nuevo astillero dispone de 4 varaderos con capacidad hasta 1.700 t y un muelle de armamento de 100 metros que supondría la entrada en el mercado de construcción de barcos mercantes sin las limitaciones de eslora y manga del antiguo astillero.

En esta nueva etapa se construyen LPG carrier, petroleros de producto, pesqueros, remolcadores, buques de pasaje, RoRo, portacontenedores, un buque hospital, todo ello combinado con la actividad de reparación de la flota local tanto mercante como de yates.

El buque hospital, llamado «Esperanza del Mar», construido para el Instituto Social de la Marina, y entregado en 1981, dio servicio durante 30 años en el caladero de pesca sahariano, realizando 75.000 asistencias a 3.400 barcos y recogiendo a 1.720 náufragos. 

En el año 1975 se inicia la construcción del primer yate de motor moderno, un yate de 43 m. de eslora, para la compañía  Gulf  y con diseño de Charles E. Nicholson. Actualmente navega con el nombre de «Berzinc».

Entre 1981 y 1984 tiene lugar la época de máxima actividad del astillero como constructor naval. De los seis barcos entregados, el primero sería la goleta de tres palos «Jessica», que marcaría un hito en la historia de la construcción mallorquina por ser el barco de vela mas grande construido. 

A este proyecto siguieron 5 pesqueros de congelación para armadores mexicanos y un LPG de 114 m. de eslora por 16 de manga y 5.700 GT, que fue el mayor barco jamás construido en el astillero.

Ferry «Isla de Mallorca» construido en 1974 para cubrir la línea del estrecho y que  fue posteriormente  el primer ferry en conectar a diario los puertos de Denia y Sant Antoni con una capacidad de 452 pasajeros y 30 vehículos.

Para Naviera Mallorquina se construyó en 1971 el «Cala d´Or», que a los pocos meses embarrancó y se perdió; el «Cala Marsal», construido en el mismo año; y el «Cala Llonga» en 1972. Estos Roll-on Roll-Off fueron los pioneros que revolucionaron el transporte marítimo en las islas a principios de la década de 1970.

Con la construcción del LPG «Butaonce», y en pleno declive de la construcción naval europea, se inicia una etapa en la que los problemas financieros llevan al astillero al borde de la desaparición.

Es en este momento cuando se convierten en nuevos propietarios Jesús Freire y Fernando Santodomingo, los dos con gran experiencia en la construcción naval y con astilleros propios en la ría de Vigo

En 1992 se produce el cambio que transformaría el futuro del astillero: la decisión de abandonar la construcción de barcos mercantes para dedicarse en exclusiva al mercado de los yates y en especial a la reparación y refit.

En 1995 se entrega el yate «Aldonza», un barco de motor de 32 m. diseñado por W. de Vries Lentsch, que sería el último yate construido integralmente en el astillero.

Los yates van aumentando progresivamente su eslora, y la capacidad de varada llega al límite en varios proyectos. Se realizan trabajos extensos de refit tanto en barcos de vela como de motor.

Destacaron por su complejidad “Blue Attraction”, “Passion” que supuso una reconstrucción y rediseño completa de 2 años de duración, “No lo Se”, y recientemente “Big Change” y “Cocoa Bean”.

Es también es esta etapa cuando el astillero se inicia en el mercado de la restauración de yates clásicos, que fue otra de las áreas que dio al astillero reputación internacional debido a la calidad de los trabajos en madera y que se puso a prueba con la restauración de la goleta «Creole», construida originalmente en 1927.

Esta actividad fue seguida de dos grandes proyectos: el “Blue Bird”, yate de motor, que recibió el premio del mejor refit del año por la revista Boat International en 2008; y la reconstrucción del yate “Hispania”, un 15m clase internacional que fue el yate más importante de regatas del rey Alfonso XIII, construido originalmente en Pasajes en 1909.

En 2007 se lleva a cabo la reconstrucción del yate “Hispania”, un 15m clase internacional construido originalmente en Pasajes en 1909, y el yate mas importante de regatas del rey Alfonso XIII. El minucioso trabajo de restauración se efectuó a lo largo de tres años, durante los que se documentaron las técnicas de construcción de la época y se formaron nuevos profesionales en este tipo de actividad.